domingo, 9 de julio de 2017

9:30 AM

Ni tú,
ni nadie,
solo el camino
y mis botas.

Puede que alguna piedra
mojada a mi paso,
como testigo transitorio 
de una lágrima.

Y el viento, que se desdice
cada vez que rolan
mis pensamientos, y se agolpan
aturullados.

Ni tú,
ni nadie,
sabe del silencio
de mis huellas.

Ni siquiera
de las arrugas de mi frente,
ni de las cicatrices 
del tiempo que me pesa.

Desnudo y yermo
desando lo ido,
al encuentro de lo incierto
que me asfixia.

Y de las dudas,
que se clavan como espinas
mientras esperan respuestas,
y no silencios.

Ni tú
ni nadie,
imagina la ausencia
de no ser quien fui.

A veces,
ni yo mismo siento
de puertas adentro,
si no lo siento por ti.
Fotografía extraída de google, se desconoce el autor.