"Me has salvado la mañana".
VENDEDOR AMBULANTE
ALICANTE 2020
Volvemos
a coincidir.
Él
toma café, como cada mañana,
en
la esquina de la melancolía
donde
yo desayuno los recuerdos
de
esta ciudad que llevo dentro.
Mientras
observo su gesto
plácido,
casi ausente,
manosea
un reloj que acaba de comprar
por quince euros —creo que los colecciona—,
quizá
pretenda sujetar
el
tiempo que se le escapa.
Cada
año,
la
misma esquina, el mismo hombre.
Ya
no tiene perro,
por
eso, solo,
conversa
con sus adentros.
Apurando el último sorbo
mira de reojo su nuevo reloj,
deja
dos euros sobre la mesa
y
se marcha despacio.
Como
si la vida ya
sólo
fuera rutina,
como
si comprar el tiempo
sólo
costase quince euros.