miércoles, 18 de octubre de 2017

Olas que se pierden

Me he quedado mirando
como se rompen las olas
una tras otra,
abrazando las rocas
o acariciando la orilla de la playa.

Las olas, como el amor,
a veces duelen cuando abrazan,
pero también saben ser caricia,
todo depende del viento y la marea
que las empuja,
y así son pasión o susurro.

Yo he sido ambas cosas.

Me he roto mil veces
para aprender a ser caricia,
y tú solo fuiste roca;
acaso, ser arena
era desmoronarse demasiado,
y no estabas dispuesta a ser la playa de nadie.



                                                                                                                        Foto: Raquel Lopez-Chicheri.  pinterest

viernes, 6 de octubre de 2017

Todo pasa... incluso la vida.


Una vez más

han tropezado mis versos

con las huellas de la vida,

y otra vez he llorado

a solas con el viento,

que al pasar 

va borrando las heridas.



Por no quedar, 

ya no queda ni tu nombre,

ni la imagen de tu risa 

reflejada en mi memoria,

y se difuminan en la piel

los besos

que nos fuimos tatuando.



Todo pasa,

y queda en el recuerdo

para evitar tropezar,

pasa el viento y la vida,

el viento, 

a veces regresa,

pero la vida se va...