En un rincón de camposanto
donde las almas reposan
llora María a su esposo
llena de pena la moza,
más al despuntar el día
y siendo fiesta en la villa,
cambió el luto por el chal
y ajustóse la mantilla.
Dura por tanto la pena
en el corazón de la viuda,
lo que el responso en salir
de la santa boca del cura.
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