No soy uno más,
como los otros;
ya que soy afortunado,
puesto que duermo a tu lado
las tristezas y las risas
de los sueños ya pasados.
Soy el báculo,
y soy la estera
donde se apoyan tus dudas,
donde descargas tus flemas
y el tiempo se hace remanso.
Aun así no soy tu anhelo
cuando la brisa se eriza,
y convierte el ascua en fuego
que hace volar tu sonrisa
a otros cielos pasajeros.
Y si de volar se trata,
volando caminaremos,
pues por mucho que soñemos
que la vida se desata,
hay un nudo, ya de plata,
que nos sujeta el deseo...
3 comentarios:
Sentirse atado a un latido... Siendo columna que sustenta.
Es precioso tu poema.
Mil besitos.
Volando caminaremos
Pues los sentimientos
aún pareciendo lejos
Son así de ciertos
Y en cada sueño
encontraremos
la cuota de fe
que sustente
nuestros anhelos
Un saludo de luz ✴
El deseo jamás muere.. hermoso poema. Besos
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