De este yermo valle
qué nos queda, sino la huella renegrida
del paso que discorde se hace soslayo
entre nubes premonitorias.
No habrá de nuevo días
en los que el sol
- renegando de sí -
vomite su esplendor a bocanadas
inundando el instante,
acaso se nos quiebren las lunas de este universo,
o simplemente mueran de oscuridad.
Quizá se extinga nuestra galaxia
atraída por nuevos horizontes gravitatorios,
otras bocas, ahora sedientas,
y nunca más las lágrimas ausentes
tiriten de frío al recordar nuestros nombres.
1 comentario:
Porque todo se hace efímero...
Besos.
Y.G
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