lunes, 4 de febrero de 2019

Morir

Te has fijado como caen las hojas de los árboles,

lo hacen acariciando el aire

que las llevará donde nunca quisieron,

saboreando cada segundo

antes de abrazar la muerte definitivamente.


Así mueren mis ojos lentamente

con el paso de los días,

acariciando los recuerdos olvidados

que huyen de la memoria,

incapaces de viajar conmigo.


Se funden con la tierra en un abrazo

que no es morir realmente,

sino nacer a otra vida diferente,

a otro mirar distinto,

desde dentro y a solas con el alma.



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