Quizá el silencio
de las palabras ausentes
o la nada del beso que se omite,
la levedad del roce en la caricia
y ese halo que ofrecen los ojos
cuando mueren.
Quizá el error que se conjuga
en cada verso,
la puta vida,
y
lo amargo del amor que se pierde:
Hay corazones que se rompen
siempre
por el mismo motivo...
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