lunes, 17 de febrero de 2020

Se diría

Se diría
que
            ya acechaban
de antes

las miradas
que examinan
con detalle
el roce más sutil,

los labios condenados.

Se diría que
no tienen más ciudad,
ni más luz que otra piel
—y no la suya—
para dejarse la vida,
ni más huella que seguir
                        salvo la nuestra.

Dirán siempre
            —con boca pequeña—
que lo hacían por nuestro bien,
cuando la realidad es
                         que envidian
saltar con nosotros
al vacío.



No hay comentarios: