sábado, 21 de mayo de 2022

Crónica de un “Déjà vu”


Los perros huelen sangre

en las fronteras de nieve

y aúllan, como perros,

mientras se juega al mus

en una mesa blanca.


Hay [bandas] de pájaros

sobrevolando  calles ,

donde la muerte espera

acurrucada

en el ala frívola de un machete.


Un joven suspende la vida,

y mata

sin remordimientos

a los protagonistas del Thriller,

convirtiendo la escena en un déjà vu perpetuo.


Esther y Marta, charlan 

—seguramente —

sobre la zafia inconsistencia del derecho

en cualquier cuneta de la “lex romana”,

mientras los cuervos sacan brillo a sus picos

e intercambian votos por escaños.


Un padre de familia, en paro,

mastica atónito frente al televisor

las efímeras sobras del almuerzo,

(ha vuelto a subir la gasolina)

y exhalando volutas de “omicron”

exclama:

“No nos da ni pá quemaros cabrones”.


Entre tanto, otro barco naufraga,

y el mar,

que no se avergüenza de sus muertos,

reclama el aliento del marino

que siempre faena a hostias con la vida,

la puta vida.



No hay comentarios: