Una vez más
han tropezado mis versos
con las huellas de la vida,
y otra vez he llorado
a solas con el viento,
que al pasar
va borrando las heridas.
Por no quedar,
ya no queda ni tu nombre,
ni la imagen de tu risa
reflejada en mi memoria,
y se difuminan en la piel
los besos
que nos fuimos tatuando.
Todo pasa,
y queda en el recuerdo
para evitar tropezar,
pasa el viento y la vida,
el viento,
a veces regresa,
pero la vida se va...
1 comentario:
A veces el viento nos golpea tan fuerte para eso mismo, avisarnos que la vida pasa como él, raudo y veloz, habrá que intentar parar ese reloj que nos controla y acogerse a esos momentos de felicidad.
Un beso, mi querido amigo, Luis.
Yayone.
Publicar un comentario