viernes, 6 de octubre de 2017

Todo pasa... incluso la vida.


Una vez más

han tropezado mis versos

con las huellas de la vida,

y otra vez he llorado

a solas con el viento,

que al pasar 

va borrando las heridas.



Por no quedar, 

ya no queda ni tu nombre,

ni la imagen de tu risa 

reflejada en mi memoria,

y se difuminan en la piel

los besos

que nos fuimos tatuando.



Todo pasa,

y queda en el recuerdo

para evitar tropezar,

pasa el viento y la vida,

el viento, 

a veces regresa,

pero la vida se va...




1 comentario:

Anónimo dijo...

A veces el viento nos golpea tan fuerte para eso mismo, avisarnos que la vida pasa como él, raudo y veloz, habrá que intentar parar ese reloj que nos controla y acogerse a esos momentos de felicidad.

Un beso, mi querido amigo, Luis.

Yayone.