miércoles, 18 de octubre de 2017

Olas que se pierden

Me he quedado mirando
como se rompen las olas
una tras otra,
abrazando las rocas
o acariciando la orilla de la playa.

Las olas, como el amor,
a veces duelen cuando abrazan,
pero también saben ser caricia,
todo depende del viento y la marea
que las empuja,
y así son pasión o susurro.

Yo he sido ambas cosas.

Me he roto mil veces
para aprender a ser caricia,
y tú solo fuiste roca;
acaso, ser arena
era desmoronarse demasiado,
y no estabas dispuesta a ser la playa de nadie.



                                                                                                                        Foto: Raquel Lopez-Chicheri.  pinterest

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es tremendamente doloroso cuando el amor no es ni se siente recíproco...

Mi abrazo reconfortante, querido Luis.

Ah! y por supuesto, un beso.

Yayone :-)