jueves, 21 de diciembre de 2017

Estrellas compartidas...

Hoy he vuelto una vez más
al hayedo que nos desnudó los sueños,
sigue aquí, impasible al tiempo.

Muestra aún las marcas tatuadas
en cada tronco profanado,
y huelen todavía los besos cobijados
entre sus hojas perennes.

Se perfuma el aire de tomillo y brezo,
que se mezcla con el jazmín de tu recuerdo,
mientras ceden mis pasos vacilantes.

Hoy es el ayer de abrazos infinitos,
de miradas a un cielo encendido
en busca de una estrella compartida
para morir algún día.

He regresado a buscarte
para decir una vez más que te quiero,
y me he tatuado en las arrugas
el perfil indeleble de tus ojos.

En este viejo tronco retorcido
ha de vivir eternamente,
cautivo de una piel que ya no siente.

Ves amor;
nuestra estrella sigue allí,
donde un día la pusimos
para ser retiro eterno.

He vuelto para mirarla una vez más,
para decirla que voy,
que deje encendida su estela
y así encontrar el camino,
que se van agotando el tiempo y la vida.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es precioso el poema querido, aunque no sé porqué me puso melancólica...

Un beso grande siempre, Luis.

Yayone.

nes dijo...

Terribleme Bonito