lunes, 26 de marzo de 2018
sábado, 24 de marzo de 2018
Quizá mi poesía...
para encontrar unas alas
que poner en las crisálidas del estómago
mientras el pecho se encoge
achicando el espacio de mi celda.
O un grito al silencio de la muerte
para despertar la vida
en otro instante concluyente
de un sentir irreversible,
irremediable,
irremisible.
Puede, que solo sea el antónimo
de quedarme con las ganas apagadas
y el deseo encadenado
en espera del impulso que a veces no se produce.
O quizá solo sean palabras
que nacen con el último estertor
de un pensamiento
que no encuentra destinatario
y busca en ellas un pretexto.
jueves, 22 de marzo de 2018
martes, 20 de marzo de 2018
Nada es infinito...
Se han
apagado las luces
tras el
cristal,
o quizá se
hayan fundido
las
estrellas,
y el frío
no dibuja
corazones
en la
ventana
al compás de
los suspiros.
Ahora somos
el basta ya
de un olvido
prepotente,
el negro
abstracto
de un gemido
silencioso.
Plegar las
alas
nos puso los
pies en la tierra,
alejándonos
del viento
para ser cometa,
cuando aún
faltaba la
última cabriola
y hacer de
nuevo
un trazo
hacia el infinito.
lunes, 19 de marzo de 2018
jueves, 15 de marzo de 2018
HUMANOS, una especie en extinción...
Se quedan
en el pecho
las palabras
y el miedo
atragantado
por la sinrazón que
vomitamos
ajenos a la vida que nos rodea.
No somos más
que ciegos
dejando pasar
la oportunidad de sentir
la brisa que produce
el vuelo de una mariposa...
lunes, 12 de marzo de 2018
Pieles que se sueñan
Perseguir el sueño
de una piel ajena,
creer en su magia,
encontrar las palabras
que pronuncien su nombre
sin recelos.
No temer,
no tener siquiera
la seguridad
de que lo escuche,
susurrarlo despacio
cualquier noche oscura,
encender las estrellas
y no apagarlas jamás.
de una piel ajena,
creer en su magia,
encontrar las palabras
que pronuncien su nombre
sin recelos.
No temer,
no tener siquiera
la seguridad
de que lo escuche,
susurrarlo despacio
cualquier noche oscura,
encender las estrellas
y no apagarlas jamás.
martes, 6 de marzo de 2018
89 días
Ochenta y nueve días
sin ti,
en esta abstracción
que se hace eco
de los hielos del invierno,
el tuyo y el mío.
Mirar de nuevo el horizonte
se hace indispensable,
sin más miedo
que la luz que nos ciega.
De nuevo, se ven flores
en el jardín
y los rayos de
sol
acarician los capullos,
hasta el éxtasis.
Los pétalos
cual surtidores invisibles
esparcen su hálito
de embriagador aroma;
hoy canta un gorrión en la ventana
y me recuerda
que podemos ser primavera.
Yo
te seguiré esperando
en todas las estaciones...
jueves, 1 de marzo de 2018
¿A qué?
A mar
amor,
amar...
A sal
amor,
de lágrimas...
A sol
amor,
la piel...
A brisa
amor,
tu pelo...
A olvido
amor,
las huellas...
A nada
amor,
sin ti...
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