Un tigre triste
o tres,
que más dan
las fauces que te acorralan.
El Nilo está lleno
de cocodrilos
y no por eso
deja de ser navegable.
Mira la rotonda
y circula por el carril
exterior,
no ves que está lloviendo.
A veces
nos pesa la lluvia
en los zapatos,
por eso frenas a destiempo.
Ahí están las luces
del aeropuerto;
un minuto
y remonto el vuelo.
Creo que nos hemos perdido
de
nuevo,
estoy exhausto,
y da igual el camino que cojas
porque no hay retorno.
Un triste tigre
o
tres,
para mordiscos
las putas dentelladas de la vida.
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