miércoles, 22 de enero de 2025

Mar

 

Ahora resides en la memoria,

en la lenta llama del último beso

inagotable,

en la nada infinita del recuerdo

y sin embargo

en todo.

Ahora, son las lágrimas

el fanal de la sonrisa

y se hace hiel el llanto

mientras alcanzo a comprender

cuán injusta es la existencia

si vivir es el objetivo,

sin pretender

más allá del abrazo.

Ahora que nos puede

la rabia de tu ausencia,

te diré

que fuiste ágora de mirada titilante

y sonrisa límpida.

Nuestra es ya

la batalla que libraste,

mientras, dejas perennes

las huellas

que caminaron junto a nosotros.


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