viernes, 1 de agosto de 2025

Dyna

 

A veces aún me mira

-de reojo-

desde el otro lado de la puerta.

 

Y yo sonrío, sin más,

como cuando estaba

infatigable al saludo.

 

Entonces, respiro profundo,

con un suspiro plomizo

que me delata al instante.

 

Echo de menos su mirada.

 

Tanto como el mar a la luna nueva

en su tiempo de ausencia.

Oscuridad, en esa parte del corazón

que murió con ella.

 

Demasiados años   -juntos-,

para no volver la cabeza

añorando su tiempo a mi lado,

y esa parte de mí

que enterré con ella.

 

A veces miro

de reojo

desde el otro lado de la puerta.


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