miércoles, 22 de mayo de 2013

Otra historia más...


Había algo en su mirada que me indicaba que no eran felices.... Habíamos quedado esa tarde, hacía ya más de  un año que no nos veíamos, Jorge y Carmen dos de mis mejores amigos, dos entusiastas de la vida, dos revolucionarios en potencia.

Enseguida supe que algo no iba bien, su mirada perdida, sus gestos vacíos y su intrascendente conversación eran indicativos de que simplemente estaban esquivando los trazos de nuestra conversación. Se miraban mutuamente a si mismos como queriendo reprocharse algo mutuamente, quizá buscando una excusa para encontrar una respuesta que nunca encontrarían en ellos mismos.

¿Cómo puede hacernos esto la vida Luis?

La pregunta me abofeteo en el mismo instante que fui capaz de procesarla. Jorge licenciado en Ingeniería Industrial y Carmen, una  de las mejores Informáticas que haya conocido me acababan de insinuar que la vida no era justa con ellos.

Hasta donde yo sabía los dos tenían trabajo estable y una buena posición social, todo esto además lo refrendadaba el Audi A6 en el que habían llegado a la cafetería donde estábamos tomado un café, que yo daba por supuesto iban a pagar ellos.

Vamos a ser padres.

Ahora si que me he perdido algo, ¿quizás no querían?.

Nos acaban de despedir...., a los dos.

Los ojos se me salían de las órbitas, creo que mi expresión en ese momento fue como la de quién quiere que se le trague la tierra para no salir de allí en una buena temporada.

¿Cómo a los dos?.

¡Joder!, a los dos.

Se me paso por la cabeza darles ánimo, decirles que siendo ellos unos emprendedores revolucionarios con estudios y todas esas mandangas…. como si fuera yo a conseguir solucionar la vorágine de problemas que seguramente estuvieran mascullando.

La hipoteca, el coche, y el niño solo eran la punta del iceberg que acaba de asomar en el horizonte de mis amigos. El problema, el verdadero problema es que a día de hoy la solución estaba lejos de ser una realidad.

Si esto hubiera sucedido antes….. Carmen, miro a Jorge como reprochándole la frase.

Lo cierto es que había algo entre ellos que quizá se estuviera quebrando y es que la situación además había conseguido resquebrajar uno de los vínculos más fuertes que yo conocía.

Lo dice por el niño, cree que sino estuviera embarazada nos podríamos haber marchado a algún sitio, pero lo cierto es que en esta situación ahora mismo es imposible.

Salí de la cafetería después de un par de horas conversando con dos de las personas más luchadoras que yo haya conocido y me fui con la plena certeza que jamás volverían a ser los de antes.

Tuve el convencimiento que la “Crisis” esta palabra que habitualmente banalizamos en los mentideros cotidianos iba a acabar no solo con la economía y la posición de mis dos amigos, sino que también acabaría con su relación.

Ayer, recibí un sms………. “Luis; Jorge y yo nos vamos a separar, gracias por todo”.

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