domingo, 29 de diciembre de 2019

Esther

“Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.”

Jaime Gil de Biedma.


Llega el día, y
queda el tiempo —desordenado—
para hilvanar (si cabe) las costuras,
la deuda pendiente con la vida
y alguna cicatriz que fue destino.

Retomar el lienzo abandonado
y esparcir en él
el alma, la magia del instante,
el color de la sonrisa
sin premura.

Olvidar los años que ya son pasado
y abrazar un bosque en la mirada,
gritar al eco tus seis letras
como un pájaro en la lluvia,
sin miedo al horizonte.

Sentir los sueños aún más cerca
al roce de tus dedos,
porque nada acaba aquí
y otros retos se avivan
desde dentro,
como olas que emergen indomables.

Recuerda sin más,
que siempre seguirán allí
las huellas por donde pisaste,
el viejo pasillo,
la perpetua memoria de los ausentes,
y aquél café de dos minutos
donde tú y yo —alguna vez— 
también le pusimos
un sorbo de luz al infinito.





martes, 10 de diciembre de 2019

Pájaros de lluvia

Como Billie Holiday
estos domingos sombríos
a los que escupir
mis horas de sueño
solo son pájaros de lluvia
camuflados
en brunas melodías del invierno:

Nunca tuvo el jazz
flores tan blancas.



Pájaros de lluvia (c) Luis Angel Gómez Vélez

viernes, 29 de noviembre de 2019

Bye Frida

De tus ojos, conservaré
el miedo en la mirada,
la rabia de saberte frágil
en cada bocanada
del aire que hoy me falta,
y sin embargo
son mis lágrimas las que mojan
este otoño como ofrenda.
Quizá por ellas, Anubis 
nos abra algún camino al norte
de todas las lunas…, allí
donde  existir sea la huella
que se ofrece:

Tú, tan viva con la muerte,
           y yo tan necio con tu vida.



Bye Frida (c) Luis Angel Gómez Vélez

miércoles, 27 de noviembre de 2019

FRIDA


Te observa
con los ojos expectantes
de la duda,
sabe ya
del dolor, aunque sonríe
a su manera.
Frágil
su mano blanca
como bandera de paz
a la existencia.

Frida —la huérfana—,
se sabe futuro incierto,
estrella fugaz
en la comedia.

Levanta hoy
la mano —a modo de pincel—
pidiendo tregua,
para burlar la muerte
con la mirada          
[incompleta] queda
la casa azul
que acogiera su poesía
en el pecho:
El mismo que la condena.



FRIDA (c) Luis Angel Gómez Vélez

viernes, 15 de noviembre de 2019

Flores de invierno


No renegaré
del aleteo de las mariposas.

La vida por delante,
y acaso la herida
para resolver el ocre del paisaje
pisando la hoja
que huye de la lluvia.

No a causa de este eclipse,
el yermo valle,
la ciudad extinta del deseo,
la noche
hasta que nos duela.

Es simple cuestión de azar:
pero recuerdo aquellas flores de invierno.







Flores de invierno (c) Luis Angel Gómez Vélez

viernes, 25 de octubre de 2019

Reflejos

No hay nada

más agotador que la duda,

la piel adormecida,

la rabia del sonido en los labios

—lo llaman suspiro—

o la curvatura del vidrio en el silencio

que te refleja.


Nada;

cuando eres acto involuntario,

parte cóncava y convexa

de la imagen que se desvanece;

el otro lado del espejo.






Reflejos (c) Luis Angel Gómez Vélez

miércoles, 23 de octubre de 2019

Siempre


Apretarse las manos
y la mirada,
desear la boca
que calla
cada te quiero
para saberse infinito...

Porque el amor
a veces duerme
en el silencio que se grita.





Siempre (c) Luis Angel Gómez Vélez

lunes, 2 de septiembre de 2019

Nostalgia



Quizá el silencio

de las palabras ausentes

o la nada del beso que se omite,

la levedad del roce en la caricia

y ese halo que ofrecen los ojos

cuando mueren.

Quizá el error que se conjuga

en cada verso,

la puta vida,

                         y

lo amargo del amor que se pierde:



Hay corazones que se rompen

siempre

por el mismo motivo...




Nostalgia (c) Luis Angel Gómez Vélez

sábado, 10 de agosto de 2019

La fuente

                                                                                                                        A San Juan de Baños.



Tres testigos guardan
la serena huella del viajero,
la callada mirada —no lejos de la noche—
del que torna a beber y se refleja
en las aguas cristalinas
de otro tiempo.

Agua
que abraza la vida
y la ausencia del que se fue,
dejando huérfano el paisaje en su curso.

Manantial
que guarda la eternidad del tiempo
en sus entrañas,
melodía incesante con aroma a pueblo
y rumor sereno,
vómito de historia recurrente
en cada piedra.

Abrevadero del viento,
arca de sudor y lágrimas.
Fe heredada.

La fuente,     sí,
la fuente,
antigua terma romana,
leyenda de un Rey,
alivio del cuerpo, bálsamo del alma.

Piedra,              agua
olor a campo,
canto eterno de cigarra.
Arpa de silencio
que pocas veces calla.

Aquí están sus ojos.
Su pétrea mirada tallada en el tiempo,
recortando en la luz la silueta de los ausentes;
pasado y presente, se citan bajos los nombres,
mientras su lengua de agua
recita el poema infinito
que brota de su garganta.

Recuerda, viajero,
cuando te vayas;
que si ha de morir algún día,
nunca debes olvidarla.





La fuente (c) Luis Angel Gómez Vélez

viernes, 2 de agosto de 2019

Cuando duele


Me dijiste

que las lágrimas

son viento

donde esperar

contigo

que pase la tormenta

pero

yo

me destruyo

en cada suspiro

esperando un rayo de sol

en nuestra cama

vacía

y

maldigo al amor

cuando

duele…




Cuando duele (c) Luis Angel Gómez Vélez

sábado, 22 de junio de 2019

A juicio de Eolo

Es posible que aún

en la oscuridad hallemos luz,

que hagamos cumbre

en el silencio bastardo de la noche y

que germine la sangre

en la espesura del último latido:


El eco del amor

anida en cielos y tormentas,

—entretanto—

Eolo sentenciará si suspira Tifón o Céfiro.



A juicio de Eolo (c) Luis Angel Gómez Vélez

viernes, 14 de junio de 2019

Qué sabrá un cuerdo de besar como un loco.


Pretende sin más mi cordura

negarte también en algún beso,

como si del engaño dependiera

el latido, la sangre que fluye desbocada,

y el pecho

abierto en azul, no supiera

que jamás (el beso cuerdo)

es torrente de pasión.


Que la vida

                        —también—

es ese instante de locura

en el que tus ojos

se clavan en los míos, mientras

el arco de tu sonrisa profana la prudencia

haciendo huella en el impulso

y mis labios se acercan a los tuyos

y se preguntan:


¿Qué sabrá este cuerdo de besar,

si no lo hace como un loco?




Qué sabrá un cuerdo de besar como un loco. (c) Luis Angel Gómez Vélez

lunes, 13 de mayo de 2019

Eres

ERES la mujer precisa,
el preciado tiempo de cualquier instante
todavía, aquella mujer de hace unos años
donde Ser, (en femenino) era difícil
en un mundo con ciudades profanadas
por viejas costumbres.

La mujer que me trajo la poesía
en cada beso
y algún sueño adolescente,
aquella a la que perseguir asiduamente
como a una ola de juventud
con la sangre sublimada en todos los latidos.

El anillo al dedo que se ajusta
impecable, y las alas que fueron necesarias
en aquellos años, donde carecimos de importancia
algunas veces. Eran otros tiempos.
Quizá te recuerdes aún
como aquella madre insospechada
que sobornó al viejo cancerbero de celo irreductible
hasta hacerlo sonreír (con-descendencia).
Yo nunca supe.

Eres todos los tiempos difíciles,
todos los años atrapados,
la geometría de todas las experiencias.
Aquella joven de bañador a rayas
—negras y amarillas—
la abeja reina de todos los panales
que soñaba ser maestra.

Nadie, sabe como nosotros
de aquellos sueños favoritos, enredados
entre abrazos perpetuos de juventud clandestina,
clavadas fijamente en el corazón las pupilas
y algún rubor en las mejillas:
Acaso el arrayán cristalizado.

Eres el reto constante
de cualquier hazaña,
el paradigma de todos los intentos por vivir,
los abrazos tantas veces necesarios.
Aquella mujer que se hizo niña
para escribir un cuento,
la Campanilla de Peter Pan en cualquier escuela,
la Emperatriz de todas mis fantasías
en esta torre de marfil.

Y el allí donde perderme
en cualquier viaje sin equipaje
el resto de mi existencia.




Eres (c) Luis Angel Gómez Vélez

miércoles, 24 de abril de 2019

Toujours


Impías las llamas
acosaron el verbo
hasta hacer escarnio en el pronombre.
Las palabras antiguas
yacen ahora bajo ocho siglos,
-cielo y tierra se unen-
palabras de piedra
que sustentaron la pluma del poeta.

Llora el jorobado la herida de su amada,
la aguja de tinta
que ya no rasga el cielo en su intento,
y el hombre se pregunta perplejo
de qué sirve la historia.

Arde París
agoniza su dama ante los ojos del mundo,
mueren mientras nacen mil poemas:
hoy los poetas
nos hacemos viga y techumbre
aguja, gárgola de tinta,
grito de rabia
en lágrimas vertidas al Sena.

Yo puse mis alas a tus pies
en un intento volar a lo infinito de otro tiempo.
Dos mil diecinueve, llora el mundo
y Francia sabe que
La Dame sera toujours Notre.




Toujours (c) Luis Angel Gómez Vélez

sábado, 23 de marzo de 2019

ABISMO.


Nombramos en exceso la palabra ABISMO
sin haber rondado apenas uno.

JORGE M. MOLINERO

Es cierto, sí.
Me escudo a menudo
en la palabra ABISMO
para dar nombre al vómito de la incertidumbre
que atenaza algún instante,
allí donde la vida
se excluye del latido, y la razón
no atiende a promesas
ni polos opuestos  —atrayéndose—.
Ni siquiera a futuros posibles
después de la tormenta
aunque de ella, surja otro sol en forma de poema
y despeje el horizonte.
Quizá, doy por perdido
frecuentemente                  
aquello que no he ganado,
de tanto mirar al vacío
en busca de algún dios inexistente,
(ahora sé)…
Jorge lleva razón.          Sí,
seguramente he rondado más
momentos morrocotudos.




ABISMO. (c) Luis Angel Gómez Vélez

martes, 19 de marzo de 2019

Padres


Con el desvelo

aún húmedo

por los ratos de lluvia

y el corazón

a veces escarchado

latiendo

en otro continente, quizás

la sangre, siempre sabia

fluye orgullosa.

Hoy, es ayer y mañana       —siempre—

como el hecho de ser

(Padre)      solo es posible

con la primera mirada,

aquélla que

te une de por vida.

Yo

tan torpe en algún beso, alguna vez;

vosotros tan

hijos

que nunca me faltan...



Padres~Hijos (c) Luis Angel Gómez Vélez